Las helisuperficies o helipuertos deben cumplir una serie de condiciones que garanticen un aterrizaje seguro. Las dimensiones de un helipuerto son una de las características básicas que debemos evaluar, pero existen otros aspectos que debemos considerar.

A continuación, analizamos las dimensiones mínimas y las condiciones obligatorias de las helisuperficies.

Qué es una helisuperficie

Un helipuerto es una instalación específicamente diseñada y equipada para recibir, despegar y albergar helicópteros.

A diferencia de un aeropuerto tradicional, diseñado para aviones de ala fija, el helipuerto se adapta a las características únicas de las aeronaves de ala rotativa.
Estas instalaciones pueden encontrarse en zonas urbanas, en hospitales, edificios corporativos, plataformas petroleras o en zonas remotas donde las pistas convencionales no son viables.

Su diseño tiene en cuenta aspectos de seguridad, accesibilidad y espacio necesario para las maniobras del helicóptero, permitiendo operaciones aéreas eficientes y seguras en espacios reducidos.

Cuánto mide un helipuerto

La dimensión de un helipuerto varía según diversos factores como el tipo y tamaño del helicóptero, su ubicación (en tierra, azotea de un edificio, plataforma marítima, etc.) y el propósito de las operaciones que se llevarán a cabo en él.

Existen normativas internacionales, como las establecidas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que definen criterios para las dimensiones de los helipuertos.

Por ejemplo, en el caso de un helipuerto en la azotea de un edificio, la OACI recomienda que el área de aterrizaje tenga al menos un diámetro 1,5 veces la longitud total del helicóptero más grande que lo utilizará.

Además, se deben considerar zonas de seguridad, áreas de aproximación, así como espacios para maniobras y estacionamiento.
Sin embargo, no existe una medida única y estándar para todos los helipuertos.

Es crucial que cada helipuerto se diseñe considerando las especificidades de su uso y entorno, asegurando operaciones seguras y eficientes.

Características de seguridad de las helisuperficies

Un helipuerto, al ser una infraestructura clave para la operación segura de helicópteros, debe cumplir con una serie de condiciones generales que garantizan no solo la integridad de las aeronaves y sus ocupantes, sino también de las personas y estructuras circundantes. Estas condiciones están enmarcadas en normativas internacionales, principalmente establecidas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), y pueden variar ligeramente según la jurisdicción de cada país.

  • Área de toma y despegue (FATO): Como hemos indicado anteriormente, debe ser suficientemente amplia y firme para permitir el aterrizaje y despegue seguro del helicóptero más grande que lo utilizará.
    La superficie debe ser regular, nivelada y sin obstrucciones que puedan interferir con las operaciones.
  • Zonas de seguridad: Alrededor del FATO debe haber una zona libre de obstáculos para facilitar las operaciones de aproximación y despegue.
    Las estructuras o elementos elevados cerca del helipuerto, como antenas o árboles, deben ser debidamente señalizados para ser visibles por los pilotos.
  • Iluminación: Si se realizan operaciones nocturnas es necesario contar con sistemas de iluminación adecuados que señalen el FATO, las rutas de aproximación y las zonas de estacionamiento.
  • Equipo contra incendios: Debe existir un equipo de respuesta rápida y material adecuado para combatir incendios, en especial si se manejan combustibles en las proximidades.
  • Zonas de aproximación y retiro: Deben ser trazadas considerando las características de la aeronave y las particularidades del entorno, garantizando rutas seguras y claras para el piloto.
  • Señalización: Los helipuertos deben estar adecuadamente señalizados, tanto en su infraestructura como en las áreas circundantes, para indicar a los pilotos y al personal de tierra las zonas de operación.
  • Comunicaciones: Si el volumen de operaciones lo justifica, se debe contar con equipos de comunicación para coordinar los aterrizajes y despegues y gestionar el tráfico aéreo.
  • Facilidades de meteorología: El acceso a información meteorológica actualizada es esencial para la planificación y ejecución segura de las operaciones.
  • Accesos y seguridad en tierra: Los accesos deben ser claros y seguros, evitando la interferencia con las operaciones aéreas.

Cada helipuerto es único y, dependiendo de su ubicación y propósito, puede requerir adaptaciones específicas. Siempre se debe priorizar la seguridad y aplicar las normativas y recomendaciones en vigor.

Qué aeronaves pueden aterrizar en helisuperficies

En general, los helipuertos están diseñados específicamente para el aterrizaje, despegue y operación de helicópteros.

Su infraestructura, señalización y características son adecuadas para las particularidades de las aeronaves de ala rotativa, como el tamaño, la forma de aterrizar y despegar y las necesidades de espacio durante estas maniobras.

Sin embargo, en circunstancias excepcionales o en casos de emergencia, otras aeronaves de ala fija de pequeño tamaño, como drones o vehículos aéreos no tripulados (VANT), podrían aterrizar o despegar desde un helipuerto, siempre y cuando el espacio y las condiciones lo permitan.
Pero es importante destacar que esto no es lo habitual ni es el propósito principal de un helipuerto.

Aeronaves más grandes, como aviones convencionales de ala fija, no pueden operar en helipuertos debido a sus diferentes requerimientos de espacio, estructura y maniobrabilidad. Los aviones necesitan pistas para aterrizar y despegar, mientras que los helicópteros, al ser capaces de realizar despegues y aterrizajes verticales, no tienen esta necesidad.

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